Por
su población, su situación geográfica, su historia y además por ser un centro
turístico y de servicios de gran importancia, podemos decir que Jaca es la
ciudad del Pirineo Aragonés.
En
el centro histórico de la ciudad destaca su Catedral, uno de los mejores templos del arte románico que marcan
el estilo llamado Jaqués que se extendería por todo el Camino de Santiago. Su
construcción a partir de 1077, por orden del rey Sancho Ramírez, está
estrechamente vinculada a la propia fundación de la ciudad. El edificio
conserva su estructura básica, es el resultado de sucesivas reformas,
ampliaciones y destrucciones. Una visita a la catedral representa un viaje por
la historia, desde las primeras manifestaciones del románico hasta las
expresiones artísticas de finales del XVIII.
En
el interior de la Catedral, el Museo Diocesano
guarda magníficas muestras de pintura románica de toda la zona, una de las más
bellas colecciones de pinturas murales de España.
También
merece la pena el recorrido por el casco antiguo: La Calle Mayor, el Ayuntamiento,
la Torre del Reloj o de la cárcel, el único resto que se conserva del palacio Real. A destacar
también otras iglesias de la ciudad como Santiago, San Salvador o El Carmen, y numerosas casas nobles.
Pero
sin duda el edificio que más define a la ciudad de Jaca es la Ciudadela. También
denominado Castillo de San Pedro, es un edificio militar del siglo XVI
levantado por orden de Felipe II. Pentágono perfecto, cercado de
murallas, fosos y otras fortificaciones perfectamente conservadas.
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